Aprovechando el desnivel que existe entre los extremos de la manzana objeto del proyecto, la propuesta de aparcamiento semienterrado permite la creación de una plaza equipada en cubierta con carácter tectónico.
Los recorridos y flujos peatonales y visuales generan la creación de direccionalidades diversas potenciadas con las materialidades de acero corten, planos vegetales y revestimientos de madera. En la intersección de estas líneas surgen patios de iluminación y ventilación del aparcamiento diluyendo los límites entre niveles programáticos.