
En una parcela irregular enclavada en pleno centro histórico de Sevilla, la rehabilitación del edificio para diez viviendas se organiza en torno a un patio central que concita los accesos a cada una de ellas a través de pasarelas acristaladas en distintos niveles, resultando una secuencia velada de luz tamizada por estas bandas. Como dice la cita clásica: “hágame usted en este solar un gran patio y buenos corredores. Si queda terreno, hágame habitaciones”.